jueves, 25 de marzo de 2010

Seis días quedan para salir hacia Pamplona. A medida que pasan los días estoy más nervioso. Llevo como 5 noches sin poder dormir de tirón. Con lo bien que duermo yo siempre, madre mía!. El caso es que no sólo es eso, sino que hasta el punto que me salieron una especie de sarpullidos por las piernas, que pican una jartá!, pero que mi mujer atajó rápidamente con una crema de aceite de oliva. Sinceramente…, estoy hecho un flan y no me importa decirlo. Muchos de los que ya han realizado el Camino de Santiago, dirán que no es para tanto, pero estoy seguro que la mayoría de ellos cada vez que salen “sufren” igual que yo. ¡¡Voy a ser uno de esos ciclistas subiendo a duras penas por las pistas que yo veía por Galicia!!.

Me asaltan un montón de sensaciones: ilusión y ganas de marcharme ya!; pena por irme ya!; alegría por que por fin voy a comenzar a cumplir “mi promesa”; emoción y expectación por lo que me voy a encontrar. Le tengo unas ganas al Perdón, Manjarín, La Cruz de Ferro, O’Cebreiro… que no os lo podéis imaginar!!. (seguro que cuando llegue a la falda de cada uno de ellos y vea las cuestas, me hago caquitas).

Algun@s compañer@s del trabajo (sobre todo una), me dicen que últimamente me ven más serio (vamos entre triste y acojonao!). Y yo digo que serio no estoy, lo que pasa es que entre que casi no duermo y los cariñicos que empiezo a tener de pensar que voy a estar 10 días separado de mi mujer y mi hija, me hacen estar un poquitín apagado. Y es que va a ser la primera vez que me separo de ellas tanto tiempo.

Anoche Lucía me dijo: “Papá, pero cuándo te vas?”.
El miércoles, cariño.
“Jo!”. Y no dijo nada más, pero se le pusieron los ojicos… Puff!; Se me partió el corazón.
Pero, cariño si todavía falta mucho!: Jueves, viernes, sábado..
“Vale!, el sábado nos vamos al parque con la bici y así me enseñas ya del todo a ir con dos ruedas, eh papi?!.(Este va a ser el “mayor peso” que voy a llevar en el Camino. Si es que sólo tiene 5 añicos (pasión de padre)).

Los preparativos van viento en popa. Creo que no me falta ya nada. Ya está todo preparado en una habitación esperando a ser introducido en las alforjas. El síndrome del “por si…”, intenta confudirme pero recuerdo los consejos que me dio mi amigo Zerpoty en la salida que hicimos a la ermita de Sant Ramón, y seré fuerte; no me dejaré “convencer”; seguramente algunas cosas las dejaré en casa. . Y lo que me va a costar!, porque yo era de los “pocos” que dicen que se van 15 días de vacaciones y se llevan 15 camisetas.

Ayer estuve con mi suegro haciendo un apaño para el portabultos y así evitar que las alforjas se me vayan hacia delante impidiéndome dar bien las pedaladas. El caso es que con dos varillas de acero hemos hecho una especie de “L”… (ó “J” según la perspectiva), retrasando así la posición del enganche de las alforjas.

Hoy llevaré la bicicleta al taller para que le hagan una revisión a fondo, y de paso recogeré la caja donde irá embalada camino de Pamplona. Ya no voy a coger la bicicleta hasta que me vaya. Prefiero aprovechar y estar con mi mujer y mi hija todo el tiempo que pueda.

Un abrazo para todos y muchas gracias por vuestras palabras de apoyo.

Pero... no se vayan todavía; aún hay más!.

1 comentario:

  1. Esas sensaciones las tienen todos los que van a hacer el camino, ya lo hayan hecho alguna vez o no. Y el que diga lo contrario miente seguro.
    Es más yo ahora mismo leyendo tu crónica he recobrado sensaciones que tuve el año pasado antes de hacerlo. Lastima que este año por motivos familiares no pueda volver a hacerlo, es algo que si puedo haré todos los años para vacaciones. Tiene algo inexplicable que te engancha, ya lo verás.

    MUCHA SUERTE y ya verás como pronto estas de vuelta con tus mujeres.

    BUEN CAMINO!!!

    ResponderEliminar